AromaCosmética: saponificación

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Soy licenciado en Biología y durante una década he enseñado química cosmética, lo que me ha permitido profundizar en el arte y la ciencia de la aromaterapia científica. Mi especialidad radica en el uso de aceites esenciales naturales en diversas disciplinas: desde la aromaterapia hasta la perfumería, pasando por la jabonería y la cosmética natural, sin olvidar mi enfoque en la dermocosmética. Además de mi pasión por los aceites esenciales, también disfruto capturando la belleza del mundo a través de la fotografía. Si te interesa, te invito a descubrir mi trabajo en Instagram: @fitosphoto. Gracias por tu visita. Espero que este blog te inspire y te guíe en tu camino hacia el descubrimiento y la utilización de los aceites esenciales y la cosmética natural. Explora, aprende y disfruta de este viaje sensorial.
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martes, 16 de abril de 2024

La ceniza de sosa o de soda

Se trata de sal de sodio (carbonato de sodio) que a veces se puede formar por contacto del hidróxido de sodio con el dióxido de carbono o con los sulfatos del agua mientras el jabón está en etapa de curado.

Ante todo, hay que destacar que solo se trata de un problema estético y que para nada afecta a las propiedades del jabón.


Pero si quieres evitarlo, hay diferentes acciones que se pueden hacer para prevenir su aparición:

·         Trabajar con concentraciones superiores a 33% incluso hasta de 40%. Trabajar con descuento de agua te dará un jabón con mejor aspecto y sin ceniza, la pérdida de agua es mínima lo que mantiene fiel su peso y textura y también evitarás que se formen ríos de glicerina. Además de ello, con concentraciones cercanas al 40% el jabón se curará más rápidamente.

·   Control de la temperatura: Otro de los factores que evita que se forme carbonato es la gelificación del jabón. Cuando el jabón pasa por esta etapa, no queda sosa para reaccionar con el CO2 del aire.  Si trabajas con temperaturas bajas y concentraciones altas, utiliza la técnica CPOP para que el jabón gelifique. CPOP significa Cold Process Oven Process, esto quiere decir que una vez enmoldado tu jabón, lo obligues a gelificar dentro del horno, con un calor bajo y controlado.

·   Utilizar alcohol: Pulverizar la superficie del jabón con alcohol de 96º o con alcohol isopropílico ayudará a evitar su formación. Debes pulverizar el jabón al momento de verterlo en el molde y ya hayas logrado la superficie que desees. Luego lo vuelves a pulverizar después de 15 a 20 minutos. Tapa el jabón y mantenlo caliente para que logre gelificar. Si el jabón está por debajo de los 30ºC o la habitación está muy fría, puedes forzar la gelificación con el método CPOP. 

·     Sellar la superficie: Si tu jabón es plano, sin diseño, una vez enmoldado puedes cubrir la superficie con un trozo de papel encerado de horno o con film de alimentos, para evitar que el aire haga contacto.

·         Utilizar agua destilada: Para que los sulfatos de sodio no aparezcan en tu jabón, solo utiliza agua destilada para saponificar y sosa de buena calidad, en lo posible de 98 -99% de pureza.


 


jueves, 11 de abril de 2024

 

Como afectan los aditivos a la traza. Cuando y como añadirlos.

Parte II. Aromas

Este punto va muy relacionado con la traza, ya que para incorporar aditivos la traza tiene que estar líquida, para que nos permita un buen movimiento y por tanto una correcta mezcla de los aditivos. En caso contrario si alcanzamos el nivel de espesor que tiene la traza deseada para realizar el jabón, pero no podremos trabajarla ni incorporar ningún aditivo correctamente.

Como la temperatura acelera la traza, cuando queramos incorporar aditivos, trabajaremos con menos temperatura, sobre todo para los colores.

Un detalle importante, cuando vayamos incorporando los aditivos, mezclar a mano, ya que, si seguimos con la batidora, llegaremos enseguida a la traza espesa y como he comentado antes, esto no nos permite incorporar o mezclar en la masa los aditivos.

Una vez incorporados los aditivos podemos seguir mezclando con la batidora hasta conseguir la traza deseada. Puede que con los aditivos cueste más o no se consiga, en ese caso después de batir un rato, incorporaremos la masa al molde, aunque no hayamos conseguido traza espesa.

Hay varios tipos y como pasa en los colores, los aromas tienen que ser naturales (aceites esenciales) o que tengan grado cosmético que les haga aptos para su uso en la piel.

Yo me decanto por los aceites esenciales naturales, ya que aportan un aroma intenso y muy agradable. Una buena concentración es el 3-4% del total de la mezcla, aunque se puede superar perfectamente esos porcentajes en función de nuestro gusto.

Como añadirlos

1- Trabajar con traza líquida antes de que espese. Apenas 3-4 golpes de batidora

2- Se incorporan en la mezcla final cuando ya tengamos toda la masa en nuestro molde, tenga o no colorantes.

Hay que saber, que la sosa es muy agresiva, y que si queremos que nuestro jabón tenga un aroma agradable solo podemos utilizar:

·         Aromas y fragancias, siempre de tipo cosmético

·         Aceites esenciales naturales

Si utilizamos otro tipo de aromas, reaccionaran con la sosa, neutralizando todo su olor y tendremos un buen jabón, pero sin aroma.

Con el tiempo, es normal que el jabón vaya perdiendo su potencia de aroma. 






 

Como afectan los aditivos a la traza. Cuando y como añadirlos.

Parte I. Colorantes

Este punto va muy relacionado con la traza, ya que para incorporar aditivos la traza tiene que estar líquida, para que nos permita un buen movimiento y por tanto una correcta mezcla de los aditivos. En caso contrario si alcanzamos el nivel de espesor que tiene la traza deseada para realizar el jabón, pero no podremos trabajarla ni incorporar ningún aditivo correctamente.

Como la temperatura acelera la traza, cuando queramos incorporar aditivos, trabajaremos con menos temperatura, sobre todo para los colores.

Un detalle importante, cuando vayamos incorporando los aditivos, mezclar a mano, ya que, si seguimos con la batidora, llegaremos enseguida a la traza espesa y como he comentado antes, esto no nos permite incorporar o mezclar en la masa los aditivos.

Una vez incorporados los aditivos podemos seguir mezclando con la batidora hasta conseguir la traza deseada. Puede que con los aditivos cueste más o no se consiga, en ese caso después de batir un rato, incorporaremos la masa al molde, aunque no hayamos conseguido traza espesa.

A-Color y traza

Hay muchos tipos de colorantes, sintéticos, minerales (óxidos de hierro, arcillas), naturales…etc. Pero los colorantes que utilicemos, todos tienen que tener grado cosmético, es decir apto para su uso en la piel.

Los naturales, suelen ser poco estables, ya que la sosa los degrada. Yo recomiendo utilizar los sintéticos o los minerales, se consiguen mejores resultados, obteniéndose pastillas muy llamativas y coloridas.

Como añadirlos

1- Trabajar con batidora (apenas 3-4 golpes de batidor) hasta conseguir la traza líquida antes de que espese.

2- Separa el jabón en jarras, si quieres trabajar colores diferentes.

3- Se puede incorporar colorante en polvo directamente, aunque de esta forma es más difícil controlar la tonalidad.

Lo ideal, aunque eso depende de la experiencia de quien hace el jabón, es hacer una disolución previa, en unos pocos mililitros de agua o aceite (en función del tipo de colorante), e ir incorporando poco a poco la disolución hasta conseguir la tonalidad deseada, ten en cuenta que en caliente el color se ve más subido y luego cuando se enfría, baja de tono.

4-Si quieres colores claros, trabaja con aceites claros: almendras, karité desodorizada, pepita de uva, coco, palma, manteca de cerdo…etc. Un ejemplo de aceite oscuro y no quedan bien los colores claros es el de aceite de oliva. Por tanto, si queremos jugar con los colores, nuestra mezcla debe de tener aceites claros.

Como he comentado, los aceites utilizados para la elaboración del jabón también pueden darle color:

·               Aceite de cáñamo proporciona un verde intenso,

·         Aceite de zanahorias, el de rosa mosqueta o el de germen de trigo proporcionan distintos grados de naranja,

·         Aceite oliva desde amarillos a verdosos que al final quedan más o menos marfil,

·         El coco, palmiste, sebo, manteca y karité producen jabones muy blancos que pueden resultar idóneos para ser coloreados.

martes, 9 de abril de 2024

 

Índices finales de la calculadora.Segunda parte

Acondicionado

Capacidad que tiene el jabón de suavizar y nutrir la piel y el pelo. Estos aceites son los que contienen los ácidos grasos siguientes (los más comunes):

·         Poliinsaturados linoleico y linolénico

·         Monoinsaturados, oleico, ricinoleico

·         Sobre todo, el ácido graso monoinsaturado gadoleico (jojoba)

El aceite vegetal de cáñamo, jojoba y las ceras de abeja y carnaúba aumentan mucho el acondicionado. La lanolina también la aumenta mucho.

Esta propiedad es inversamente proporcional a la limpieza, es decir a mayor acondicionado, menos limpieza, o, al contrario.

Para pieles secas y sensibles, es mucho mejor que el valor del acondicionado tenga un punto o dos superiores al de limpieza. El motivo es que, si nuestra piel es seca y nos aplicamos un jabón con mucho poder de limpieza, consigue arrastrar con más eficiencia la grasa y evidentemente a una piel seca no le interesa

Limpieza o capacidad detergente

Como ya indica su palabra, es cuanto de eficaz es en arrastrar la suciedad. A mayor poder detergente, más seca la piel, ya que arrastra consigo la grasa del manto hidrolipídico. Estos aceites son los que contienen los ácidos grasos siguientes (los más comunes):

·          caprílico, laúrico y mirístico

Esta propiedad es inversamente proporcional al acondicionado, es decir a mayor limpieza menos suave y nutriente, o, al contrario.

Las pieles grasas, podrían aguantar una mayor limpieza que acondicionamiento.

Burbujas

Es la cantidad de burbujas que proporciona. Esto no se traduce en mayor limpieza, solo en la cantidad de burbujas. Estos aceites son los que contienen los ácidos grasos siguientes (los más comunes):

·          caprílico, laúrico y mirístico y en menor proporción el oleico

Persistencia de la espuma

Determina cuanto de duradera es la espuma que produce y su consistencia cremosa. Una persistencia alta, hace que los jabones aclaren menos. Estos aceites son los que contienen los ácidos grasos siguientes (los más comunes):

·         palmítico y esteárico

Dureza

Esta variable no genera dudas, su propio nombre indica de que se trata. Estos aceites son los que contienen los ácidos grasos siguientes (los más comunes):

·         palmítico y esteárico y en menor proporción oleico y ricinoleico

Solubilidad

La solubilidad es la capacidad que posee una sustancia para poder disolverse en otra. Por tanto, en este caso, ser refiere a la facilidad de un jabón en deshacerse en agua:

·         Índice alto, el jabón tiende a gastarse pronto

·         Índice bajo, necesita más fricción para producir espuma, es decir se gasta menos que el caso anterior

Los ácidos grasos que más aumentan este valor son:

Ácido graso ricinoleico, y en menor medida Ácido Linolélico y linoleico

El ácido graso que más disminuyen este valor es:

Secado

Hace referencia a la capacidad que tiene un jabón de perder su humedad. El secado es justamente lo contrario a “baboso”:

·         Índice alto, el jabón se resquebraja

·         Índice bajo, tienden a ponerse viscosos

No es imprescindible saber de memoria como afectan las diferentes grasas a las características del jabón, sin embargo, si que considero importante, tener una idea genérica, ya que nos ayudará a conseguir jabones que cumplan nuestros con nuestros requisitos.

Conociendo estos conceptos, podremos ajustar más rápido y eficientemente, los valores de los índices para conseguir nuestro jabón.

Consejo para conocer los índices de cada grasa

Una buena forma de saber que características aporta una determinada grasa, es poner una cantidad cualquiera en la calculadora y observar sus índices. De esta forma, sabremos cómo se comporta una determinada grasa y que aporta al jabón.

Si queremos comparar las grasas entre ellas, solo tendremos que poner la misma cantidad de gramos en la calculadora, de forma aislada de cada grasa y comparar sus índices.

Como resumen:

·         Pieles secas y sensibles: Menor limpieza y mayor acondicionado, y mayor sobreengrasado

·         Pieles grasas: La limpieza puede ser mayor que el acondicionad y menor sobreengrasado

·         Jabones para lavado ropa: Mayor limpieza-sobreengrasado valor 0

 

Índices finales de la calculadora. Primera parte

Los siguientes valores, se encuentran al final de la calculadora. Todos tienen un valor numérico ideal cercano al 50. Esto solo es un valor estándar, ya que, si nosotros buscamos reforzar algunas de las cualidades del jabón, podemos retocar nuestra fórmula para conseguir enfatizar aquella característica buscada o por el contrario rebajarla.

Es decir, perfectamente podemos tener valores por encima o por debajo de 50, siempre y cuando sepamos como afecta ese cambio.

Así puede apetecernos hacer un jabón más limpiador, más suave, más espumoso, más duro o blando. A lo mejor buscas un jabón muy hidratante, para eso necesitas un acondicionado por encima de 50 y/o que el acondicionado sea superior a la limpieza… Y así con infinidad de variables.

Pero para ser rigurosos, tampoco es conveniente alejarse mucho de este valor.

Pero antes, voy a hacer una relación entre los ácidos grasos que se mencionaran y el aceite vegetal que los contiene, ya que los índices que veremos a continuación hacen referencia a ácidos grasos y no a los aceites vegetales.

1-Insaturados (los que más fácilmente se oxidan (enrancian)

·         Monoinsaturado

o   Ácido graso ricinoleico: Ricino

o   Ácido graso oleico: Oliva, frutos secos, cártamo, aguacate, avellana, manteca karité

(es el ácido graso más abundante entre los A.V insaturados)

o   Ácido graso gadoleico: Jojoba 

·         Polinsaturado (los que más se oxidan)

o   Ácido graso linoleico: Cáñamo, Onagra, arroz, maíz, uva, girasol, soja, zanahoria, rosa mosqueta

o   Ácido Linolélico: graso Lino, rosa mosqueta, cáñamo, espino, borraja, onagra, cáñamo

2-Saturados

o   Ácido graso Láurico: Coco, palma, babassú

o   Ácido graso mirístico: Coco, palma

o   Ácido graso caprílico: Coco, palmiste

o   Ácido graso palmítico y esteárico: Palma, cera de abeja

o   Ácido esteárico: manteca de cacao, manteca de karité


Valor yodo y valor INS calculadora saponficación 

 El índice de yodo (IY) expresa la cantidad de yodo que absorbe un compuesto, va en función de la insaturación del mimo. Esto significa que cuanto más alto sea este índice más posibilidades tiene el aceite de oxidarse.

Nos indica la relación entre aceites vegetales insaturados y saturados que estamos utilizando, es decir, es un indicativo del equilibrio que tenemos en nuestra fórmula.

En concreto nos informa de la posibilidad de su enranciamiento, dicho de otra forma, predice la caducidad del jabón, de forma que:

 

·         Índice yodo más altos: mayor concentración de grasas insaturadas, antes se enrancia el jabón. Debido a que estas grasas se oxidan antes

·         Índice yodo más bajos: mayor concentración de grasas saturadas, más tarda en enranciarse el jabón. Debido a que estas grasas tardan más en oxidarse. Por tanto, este tipo de aceites son más estables.

Por lo tanto, para que nuestro jabón duré más tiempo, no es conveniente abusar de aceites con un IY alto, es decir insaturados.

Hay que procurar que no pase de 70. En climas cálidos y húmedos procurar que no supere los 60.

Valor Ins (el valor menos determinante)

Determina la compatibilidad de una grasa con el jabón. Se mide en función del valor de SAP y el yodo.

Se calcula restando el valor SAP (de kOH) al IY, unos ejemplos:

·         Aceite de coco tiene un valor SAP de 258 y un valor IY de 10, calculamos 258-10=248; luego su valor INS es de 248

·         Palma es 199-53=146

·         Aceite de oliva es 190-84=106

·         Girasol es 189-133=56

Se establece que un buen equilibrio ronda los 140-160.  

Así que dentro de estos márgenes:

·         Cuanto más bajo: más blando y más propenso al enranciamiento

·         Cuanto más alto: más duro, limpiador, menos soluble y menor capacidad de enranciarse

Reacción de saponificación: el milagro de la conversión, de la grasa al jabón

Para entender cómo se llega a una pastilla de jabón, es imprescindible conocer el proceso químico que tiene lugar para su formación.  La reacción química que ocurre para la formación del jabón se denomina SAPONIFICACION.

Químicamente, cuando un ácido y una base se combinan forman una sal. En la fabricación de jabón en proceso en frío, los triacilglicéridos (componentes de las grasas) que son ligeramente ácidos, reaccionan con el hidróxido de sodio, que es altamente básico y producen un jabón suave que es una sal ligeramente básica. De hecho, la definición habitual de jabón que podemos encontrar en el diccionario es: “la sal de un ácido graso y un metal (NaOH).

El término sal no solo se refiere a los precipitados que se encuentran en los océanos y mares, lo que conocemos comúnmente por cloruro sódico. Químicamente una sal es el compuesto que se forma cuando un metal sustituye al hidrógeno de un ácido. El metal (el sodio que contiene el hidróxido de sodio), sustituye al hidrógeno del ácido graso de la grasa para crear el jabón, que químicamente es una sal.

 

Proceso de saponificación.

La química de la fabricación de jabones se compone de dos procesos diferentes:

 A) la descomposición de sus ingredientes en sus partes útiles y reaccionantes

 B) la reacción de las partes útiles para formar el jabón

A-La descomposición de sus ingredientes se divide a su vez en dos subprocesos: 1-descomposición de las grasas en ácidos grasos y 2-la descomposición del hidróxido de sodio, que da como resultado iones de hidróxido y iones de sodio.

 

  Las grasas se componen de triglicéridos, pero no se puede hacer jabón a partir de estos. Para ello se deben descomponer los triacilglicéridos en sus partes útiles: ácidos grasos y glicerol. 

Los ácidos grasos son indispensables para la formación de jabón, el glicerol no, pero tiene su utilidad, como explicaré más adelante. Este proceso de descomposición de los triacilglicéridos en ácidos grasos y glicerol recibe el nombre de hidrólisis. En este proceso también es necesario el hidróxido de sodio como comenté antes. La descomposición del hidróxido de sodio en iones de hidróxido e iones de sodio recibe el nombre de ionización.

El agua como solución alcalina es básica en estos procesos, hidrólisis y ionización, es donde tiene lugar la descomposición de los triacilglicéridos y la ionización, es decir es el medio donde reaccionan.

B-La reacción de las partes útiles consiste en realidad en dos reacciones: 1- la reacción de los ácidos grasos y los iones de sodio, que produce jabón y 2- la reacción del glicerol con el ion de hidróxido, que produce glicerina.

  


 La unión de estos dos procesos, la descomposición de los ingredientes en sus partes útiles y la reacción de éstas para producir jabón, conforma el proceso de saponificación.


Se puede apreciar como reactivos, los ácidos grasos, el metal del hidróxido de sodio y como productos la glicerina y el jabón



lunes, 28 de febrero de 2011

Saponificación. Cálculos necesarios para realizar un jabón.

Es la reacción química que convierte la grasa y sosa, en jabón. Para que el jabón pueda utilizarse, ha de producirse la saponificación completa, es decir que toda la grasa y sosa se transforma en jabón.

Pero esta reacción no es completa hasta pasado un mes,  una vez realizado nuestro jabón aproximadamente se ha producido el 60% de la reacción completa. Es decir, queda un resto de sosa sin acabar de reaccionar con las grasas.  Aunque observemos que es una pastilla sólida y nos parezca que ya está listo para su uso, eso no ocurre hasta pasado un mes.
Este jabón, nunca lo debiéramos utilizar hasta que se haya producido la saponificación completa, o que todo el producto obtenido se jabón.