AromaCosmética: índice saponficación

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Soy licenciado en Biología y durante una década he enseñado química cosmética, lo que me ha permitido profundizar en el arte y la ciencia de la aromaterapia científica. Mi especialidad radica en el uso de aceites esenciales naturales en diversas disciplinas: desde la aromaterapia hasta la perfumería, pasando por la jabonería y la cosmética natural, sin olvidar mi enfoque en la dermocosmética. Además de mi pasión por los aceites esenciales, también disfruto capturando la belleza del mundo a través de la fotografía. Si te interesa, te invito a descubrir mi trabajo en Instagram: @fitosphoto. Gracias por tu visita. Espero que este blog te inspire y te guíe en tu camino hacia el descubrimiento y la utilización de los aceites esenciales y la cosmética natural. Explora, aprende y disfruta de este viaje sensorial.
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martes, 9 de abril de 2024

 

SOBREENGRASADO

Consiste en dejar una pequeña parte del aceite sin saponificar, es decir sin reaccionar con la sosa, dicho de otra forma, se trata de incorporar menos cantidad de sosa de la necesaria para una saponificación completa.

En la calculadora, lo que observaremos, es que:

·         Subimos sobreengrasado: Baja la cantidad de sosa

·         Disminuimos el sobreengrasado: Aumenta la cantidad de sosa

Lo primero es tener claro el destino de nuestro jabón:

·         Para piel: Nos interesa aplicar un sobreengrasado para que el jabón sea más emoliente

o   Piel grasa: Un sobreengrasado sobre 5% es el más adecuado

o   Pieles normales: Un sobreengrasado sobre 8% es el más adecuado

o   Pieles secas/sensibles: Un sobreengrasado sobre 8-10% es el más adecuado

·     Para lavar la ropa: Nos interesa que todo el aceite se convierta en jabón, precisamente para que tenga mayor poder de detergencia (limpieza). Por consiguiente, no interesa tener sobreengrasado, valor 0. Es decir, una saponificación completa de todas las grasas.

Nota: No aconsejo un sobreengrasado superior a 10%, ya que es muy probable que se produzca oxidación de las grasas. En sobreengrasado a partir de 8%, recomiendo incorporar a la fórmula 1% de Vit E, para evitar el enranciamiento del/los aceites del sobreengrasado. 

Como hacer el sobreengrasado. Dos formas

A-Un sobreengrasado general

Pondremos el porcentaje deseado de sobreengrasado y bajará la cantidad general de sosa. Por tanto, si aplicamos un 8% de sobreengrasado, del total de los aceites de nuestra fórmula, el 8%, no saponificará.

 B-Un sobreengrasado de un aceite concreto

En la calculadora añadir la cantidad de aceite o grasa que queremos aplicar el sobreengrasado hasta que nos índice el % que nos interese, ya sabemos desde 5-10%.

Cuando tengamos la cantidad que nos corresponde de ese sobreengrasado, la reservaremos, para añadirla más adelante en la traza, ya que así en su mayor parte no se saponificará, consiguiendo nuestro sobreengrasado de nuestro aceite en concreto.

 

Concentración de la lejía

Cuando hablamos de concentración, lo estamos haciendo sobre la cantidad de agua que lleva un jabón, es decir, cuando tocamos este índice, solo cambia la cantidad de agua. En realidad, hablamos de la concentración de la lejía que se forma al mezclar la sosa (o la potasa) cáustica con el agua.  Esto es importante porque determinará:

·         La cantidad de agua que quedará en el jabón una vez finalizado y el tiempo de secado de éste.

·         La velocidad para alcanzar la traza que en algunas técnicas es importante para poder realizar ciertos acabados.

Concentración y Proporción de la lejía

Así una concentración del 50% indica que, en la lejía, la mitad del peso es agua y la otra es álcali. Una lejía del 33% de concentración, tiene el 33% de álcali diluido en el 67% de agua. Es decir 2 veces más de agua que de álcali. Un 25% tiene 3 veces más de agua que de álcali y así para todos los porcentajes posibles.

Implícitamente en esta explicación estamos hablando también de proporción que es otra forma de determinar la cantidad de agua. Si hablamos del 50% estamos diciendo que la proporción es de 1:1, si es del 33% es de 1:2 y si hablamos del 25% es de 1:3, dónde se indica que por cada parte de álcali (primer término) hay otras partes de agua (segundo término)

Cuando modificamos la concentración, solo variamos la cantidad de agua. La cantidad de sosa que indica la calculadora, debe de permanecer constante, ya que es la que la que necesita para saponificar las grasas de nuestra mezcla.

·         Valores más bajos de concentración, mayor cantidad de agua.

·         Valores más altos de concentración, menor cantidad de agua

Según el tipo de grasa:

·         Cuando la mezcla de aceites tiene un predominio de aceites blandos, conviene que la concentración sea mayor

·         Cuando la mezcla de aceites tiene un predominio de aceites duros, conviene que la concentración sea menor

Esto no es normativo, solo es un consejo basado en resultados que funcionan. Pero, perfectamente podemos incumplir lo anterior si buscamos algún otro tipo de resultados.

Como afecta a la traza la concentración

·         A menor concentración de la lejía, más se tarda en alcanzar la traza

·         A mayor concentración de lejía antes se consigue traza

Es importante saber cómo afecta la concentración a la traza , ya que, si queremos, jabones con aditivos (colores, aromas…etc), necesitamos una traza más lenta, y por tanto una concentración menor.

Por tanto, este valor va estar ligado a la dureza del jabón. Un buen valor de referencia seria entre el 26-28, si predominan aceites duros (en caso contrario trazará muy rápido), y aumentarla, sobre 30-32 si lo que predominan son aceites blandos.

Consejo para jabones con colorantes: Se buscan grasas que tengan colores claros, para que el colorante sea más vistoso. Estas grasas son: Palma, ricino, almendras, coco, y la manteca karité desodorizada y manteca de cerdo. Justo estas grasas llegan rápido a la traza, por tanto, si queremos colorear nuestro jabón, tendremos que trabajar con concentraciones bajas, entorno al 26-28%.


Valor yodo y valor INS calculadora saponficación 

 El índice de yodo (IY) expresa la cantidad de yodo que absorbe un compuesto, va en función de la insaturación del mimo. Esto significa que cuanto más alto sea este índice más posibilidades tiene el aceite de oxidarse.

Nos indica la relación entre aceites vegetales insaturados y saturados que estamos utilizando, es decir, es un indicativo del equilibrio que tenemos en nuestra fórmula.

En concreto nos informa de la posibilidad de su enranciamiento, dicho de otra forma, predice la caducidad del jabón, de forma que:

 

·         Índice yodo más altos: mayor concentración de grasas insaturadas, antes se enrancia el jabón. Debido a que estas grasas se oxidan antes

·         Índice yodo más bajos: mayor concentración de grasas saturadas, más tarda en enranciarse el jabón. Debido a que estas grasas tardan más en oxidarse. Por tanto, este tipo de aceites son más estables.

Por lo tanto, para que nuestro jabón duré más tiempo, no es conveniente abusar de aceites con un IY alto, es decir insaturados.

Hay que procurar que no pase de 70. En climas cálidos y húmedos procurar que no supere los 60.

Valor Ins (el valor menos determinante)

Determina la compatibilidad de una grasa con el jabón. Se mide en función del valor de SAP y el yodo.

Se calcula restando el valor SAP (de kOH) al IY, unos ejemplos:

·         Aceite de coco tiene un valor SAP de 258 y un valor IY de 10, calculamos 258-10=248; luego su valor INS es de 248

·         Palma es 199-53=146

·         Aceite de oliva es 190-84=106

·         Girasol es 189-133=56

Se establece que un buen equilibrio ronda los 140-160.  

Así que dentro de estos márgenes:

·         Cuanto más bajo: más blando y más propenso al enranciamiento

·         Cuanto más alto: más duro, limpiador, menos soluble y menor capacidad de enranciarse

Reacción de saponificación: el milagro de la conversión, de la grasa al jabón

Para entender cómo se llega a una pastilla de jabón, es imprescindible conocer el proceso químico que tiene lugar para su formación.  La reacción química que ocurre para la formación del jabón se denomina SAPONIFICACION.

Químicamente, cuando un ácido y una base se combinan forman una sal. En la fabricación de jabón en proceso en frío, los triacilglicéridos (componentes de las grasas) que son ligeramente ácidos, reaccionan con el hidróxido de sodio, que es altamente básico y producen un jabón suave que es una sal ligeramente básica. De hecho, la definición habitual de jabón que podemos encontrar en el diccionario es: “la sal de un ácido graso y un metal (NaOH).

El término sal no solo se refiere a los precipitados que se encuentran en los océanos y mares, lo que conocemos comúnmente por cloruro sódico. Químicamente una sal es el compuesto que se forma cuando un metal sustituye al hidrógeno de un ácido. El metal (el sodio que contiene el hidróxido de sodio), sustituye al hidrógeno del ácido graso de la grasa para crear el jabón, que químicamente es una sal.

 

Proceso de saponificación.

La química de la fabricación de jabones se compone de dos procesos diferentes:

 A) la descomposición de sus ingredientes en sus partes útiles y reaccionantes

 B) la reacción de las partes útiles para formar el jabón

A-La descomposición de sus ingredientes se divide a su vez en dos subprocesos: 1-descomposición de las grasas en ácidos grasos y 2-la descomposición del hidróxido de sodio, que da como resultado iones de hidróxido y iones de sodio.

 

  Las grasas se componen de triglicéridos, pero no se puede hacer jabón a partir de estos. Para ello se deben descomponer los triacilglicéridos en sus partes útiles: ácidos grasos y glicerol. 

Los ácidos grasos son indispensables para la formación de jabón, el glicerol no, pero tiene su utilidad, como explicaré más adelante. Este proceso de descomposición de los triacilglicéridos en ácidos grasos y glicerol recibe el nombre de hidrólisis. En este proceso también es necesario el hidróxido de sodio como comenté antes. La descomposición del hidróxido de sodio en iones de hidróxido e iones de sodio recibe el nombre de ionización.

El agua como solución alcalina es básica en estos procesos, hidrólisis y ionización, es donde tiene lugar la descomposición de los triacilglicéridos y la ionización, es decir es el medio donde reaccionan.

B-La reacción de las partes útiles consiste en realidad en dos reacciones: 1- la reacción de los ácidos grasos y los iones de sodio, que produce jabón y 2- la reacción del glicerol con el ion de hidróxido, que produce glicerina.

  


 La unión de estos dos procesos, la descomposición de los ingredientes en sus partes útiles y la reacción de éstas para producir jabón, conforma el proceso de saponificación.


Se puede apreciar como reactivos, los ácidos grasos, el metal del hidróxido de sodio y como productos la glicerina y el jabón



lunes, 28 de febrero de 2011

Saponificación. Cálculos necesarios para realizar un jabón.

Es la reacción química que convierte la grasa y sosa, en jabón. Para que el jabón pueda utilizarse, ha de producirse la saponificación completa, es decir que toda la grasa y sosa se transforma en jabón.

Pero esta reacción no es completa hasta pasado un mes,  una vez realizado nuestro jabón aproximadamente se ha producido el 60% de la reacción completa. Es decir, queda un resto de sosa sin acabar de reaccionar con las grasas.  Aunque observemos que es una pastilla sólida y nos parezca que ya está listo para su uso, eso no ocurre hasta pasado un mes.
Este jabón, nunca lo debiéramos utilizar hasta que se haya producido la saponificación completa, o que todo el producto obtenido se jabón.