Gelificación del jabón
Es un proceso que ocurre después
de la traza, y una vez ha ocurrido la saponificación. Es un proceso muy ligado
con la temperatura, dando un aspecto de gel transparente al jabón.
Es un proceso controlado de forma
que podemos decidir, si queremos que ocurra o no. No afecta para nada a las
propiedades del jabón, pero si a su aspecto.
En la reacción de saponificación
se alcanzan los 50º. De forma genérica, durante el proceso de enmoldado
alargamos esa temperatura, produciremos una gelificación que puede ser:
· Total: Utilizando moldes poco aislantes (madera) y dejando reposar el jabón tapado dentro del horno que previamente ha sido un poco calentado a 50º, solo durante un rato previo a introducir el jabón. El calor de la reacción, más el calor residual del horno, producirá la gelificación total. Se puede ayudar mezclando las 2 fases calientes más de 50ºC
· Parcial: Utilizando moldes poco aislantes (madera), lo taparemos y lo dejaremos enfriar a temperatura ambiente
· Si no queremos gelificación (gelificación interrumpida), una forma muy segura es introducir el molde con el jabón en la nevera o en algún lugar fresco. Ayuda a evitarlo mezclar las 2 fases sobre 45º
Ventajas gelificación total:
· Tiempo de curado menor y por tanto más rápido baja el pH
· Genera más espuma y va a tener mejores condiciones de acondicionado
· Los colores se ven más vivos, colores brillantes, menos mate
· No se forma ceniza
Desventajas gelificación total:
· Jabones más blandos
La gelificación parcial no
se suele utilizar, ya que no genera barras de jabón tan bonitas, ya que en el
centro se puede quedar de otro color y además puede generar burbujas o huecos
de glicerina. También genera jabones más blandos.
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