Si tienes la piel grasa, seguramente has escuchado advertencias como: “¡Nunca uses aceites en una piel grasa, te llenarán de granos!”, “Si tienes acné, evita cualquier aceite, solo te obstruirá los poros” o el clásico “Los aceites son para piel seca, no para pieles con exceso de grasa”.
Parece
un consejo lógico, ¿verdad? Si tu piel ya tiende a ser oleosa, lo último que
querrías hacer es añadir más aceite a la ecuación. Pero, ¿y si te dijera que
esta creencia no es del todo cierta?
Si
crees que la piel grasa debe evitar los aceites vegetales, te sorprenderá
descubrir que la realidad es completamente diferente.
La
clave no está en huir de ellos, sino en saber elegir los adecuados. Aplicados
correctamente, ciertos aceites pueden ayudar a equilibrar la piel, regular la
producción de sebo e incluso mejorar su salud. En este artículo te contaré
cuáles son los que realmente benefician la piel grasa, cómo identificarlos y
por qué podrían cambiar tu rutina de cuidado facial.
Algunos
aceites vegetales contienen una alta proporción de ácido linoleico, un
componente esencial en la composición del sebo humano. Su déficit se ha
relacionado con una mayor viscosidad del sebo y una tendencia a la obstrucción
de los poros, lo que puede derivar en brotes de acné. Las pieles grasas suelen
tener hasta un 32% menos de ácido linoleico en su sebo natural en comparación
con las pieles normales o secas, lo que provoca un sebo más espeso y pegajoso,
favoreciendo la obstrucción de los poros y la proliferación de Cutibacterium
acnes.
Elegir
aceites con una alta concentración de este ácido graso, como el de semilla de
uva o cártamo, puede ayudar a restaurar el equilibrio cutáneo, favoreciendo una
producción de sebo más fluida y menos propensa a causar imperfecciones.
La
ciencia respalda este enfoque. Estudios como el publicado en Skin Research
& Technology (2012) han demostrado que el aceite de jojoba puede reducir la
producción de sebo en piel grasa, mientras que investigaciones en International
Journal of Molecular Sciences (2018) confirman que los aceites ricos en ácido
linoleico mejoran la función barrera de la piel sin obstruir los poros.
Entonces,
¿es un error imperdonable aplicar aceites vegetales en piel grasa o hay aceites
que pueden convertirse en aliados inesperados? ¿Cómo diferenciar un aceite
beneficioso de uno que podría empeorar el problema?
En
este artículo desmontamos mitos, revisamos la evidencia científica y te
explicamos qué aceites pueden ser un acierto y cuáles evitar para que tu piel
grasa se beneficie sin riesgos. ¡Sigue leyendo y descúbrelo!
Antes
de aplicar cualquier aceite en la piel grasa, es fundamental analizar
ciertos factores que determinarán si ese aceite puede ser
beneficioso o si, por el contrario, terminará obstruyendo los poros o causando
un exceso de brillo.
1-Comedogenicidad.
La
clave para evitar obstrucción de poros. El factor más importante a analizar.
La comedogenicidad
es la capacidad que tiene un aceite de obstruir los poros y favorecer la
formación de comedones (puntos negros y espinillas).
Para
elegir el aceite adecuado, se utiliza la escala de comedogenicidad, que
clasifica los aceites del 1 al 5 según su capacidad de obstruir los poros
(siendo 1 el menos comedogénico y 5 el más alto).
·
Valor
0: se considera no
comedogénico y por lo tanto no obstruye los poros.
·
Valor
1: muy baja posibilidad
de que el aceite obstruya los poros.
·
Valor
2: la sustancia no
debería obstruir los poros en la mayoría de los casos, con una posibilidad de
moderada a baja.
·
Valor
3: tiene una
probabilidad media o moderada de obstruir los poros de la piel.
·
Valor
4: tiende a obstruir
los poros de la piel.
·
Valor
5: un aceite con esta
clasificación tiene una probabilidad alta de obstruir los poros de la piel. Muy
pocas personas pueden tolerar los aceites etiquetados con esta calificación
directamente aplicados sobre la piel.
Ahora
que conocemos la importancia de la comedogenicidad en la elección de aceites
para piel grasa, veamos:
Clasificación
de los aceites vegetales más utilizados en cosmética según su grado de
comedogenicidad:
·
No
comedogénicos: aceite de argán, aceite de cáñamo, aceite de girasol, aceite de cártamo,
la manteca de karité, manteca de mango.
· Valor
1: aceite semilla de
uva, avellana, babasú, ricino, neem, rosa mosqueta, cera candelilla, lanolina
vegetal, cera soja, semilla de brócoli, semilla frambuesa, semilla de granada
· Valor
2: aceite de
albaricoque, almendras, oliva, onagra, jojoba, borraja, semillas calabaza,
avellanas, cera de abeja, aceite lanolina, cacahuete, salvado de arroz,
babassú, coco fraccionado, comino negro, semilla calabaza, semilla higo chumbo,
macadamia.
·
Valor
3: aceite de aguacate,
sésamo, papaya, semilla mostaza, maíz, semilla algodón
·
Valor
4: aceite de palma,
coco, zanahoria, marula, manteca de cacao
·
Valor
5: aceite de germen de
trigo, soja, lino
Para una aplicación directa sobre piel grasa con tendencia
a imperfecciones, no se recomienda el uso de aceites de grado 4 y 5, ya que
pueden favorecer la obstrucción de los poros. Es fundamental elegir los aceites
vegetales basándose en su grado de comedogenicidad, y no únicamente en el tipo
de piel.
Por ejemplo, el aceite de argán, aunque comúnmente
recomendado para pieles secas por su capacidad nutritiva, tiene un índice de
comedogenicidad bajo, por lo que puede utilizarse sin problema en piel grasa
sin aportar sensación pesada ni oclusiva.
Sin embargo, es importante aclarar que el hecho de que una
fórmula cosmética contenga un aceite comedogénico no significa automáticamente
que no sea adecuada para piel grasa o acneica. La comedogenicidad depende de la
sinergia de todos los ingredientes y de la formulación final, no solo de un
componente aislado.
¿Por
qué este apartado es tan detallado?
Como ves, este punto es extenso porque la comedogenicidad
es un criterio clave para determinar qué aceites pueden beneficiar o perjudicar
una piel grasa.
Un aspecto muchas veces pasado por alto en cosmética, pero
comprenderlo permite hacer elecciones más informadas y evitar mitos sobre qué
aceites son adecuados según su tipología cutánea.
2-Textura
y rapidez de absorción.
No todos los aceites vegetales se comportan igual sobre la
piel. Algunos son ligeros y de rápida absorción, mientras que otros son densos
y tardan más en integrarse, dejando una película más perceptible.
La denominación "ligero" o "pesado"
hace referencia a la densidad y viscosidad del aceite: los aceites más densos
son considerados pesados, mientras que los más fluidos son ligeros. Por lo
general, los aceites ligeros se absorben mejor, aunque existen excepciones que
dependen de su composición química y estructura molecular.
En pieles grasas, suele ser preferible optar por aceites secos
o semisecos, que aportan nutrición sin generar pesadez. La densidad del aceite
no solo influye en la sensación en la piel, sino también en la consistencia
final de un cosmético, afectando su untuosidad y absorción.
Sin embargo, es importante recordar que la textura de un
aceite no determina su capacidad de obstruir los poros, sino que
simplemente influye en cómo se siente en la piel. Un claro ejemplo podría ser
la manteca de karité no es comedogénica y tiene un valor de oclusividad medio,
o el de rosa mosqueta no comedogénico y no oclusivo
Para entender mejor este aspecto, es necesario hablar de la
oclusividad.
4-
Oclusividad.
¿Es
realmente un problema para la piel grasa?
La oclusividad es la capacidad de un aceite o ingrediente
cosmético para formar una barrera sobre la piel, evitando la evaporación del
agua transepidérmica (TEWL, Transepidermal Water Loss). Esto ayuda a mantener
la hidratación y proteger la barrera cutánea frente a agresores externos.
Muchas veces se asocia la oclusividad con la obstrucción de
los poros, pero esto es un error. Un aceite puede ser altamente oclusivo sin
ser comedogénico, del mismo modo que un aceite ligero puede favorecer la
aparición de comedones si su composición no es adecuada para piel grasa.
¿Pueden las pieles
grasas usar aceites oclusivos?
Sí, siempre que no sean comedogénicos. La oclusividad en
sí no es un problema para la piel grasa, ya que solo afecta a la percepción
sensorial del producto en la piel, no a su impacto en los poros.
El único aspecto que realmente debe preocupar a una piel
grasa es la comedogenicidad. Esta es la propiedad que determina si un aceite
puede obstruir los poros y favorecer la formación de comedones.
Conclusión:
- La oclusividad no es negativa para la piel grasa. Su
efecto es principalmente sensorial, afectando solo la sensación del
producto en la piel.
- Una piel grasa puede usar aceites oclusivos sin
problema, siempre que estos no sean comedogénicos.
- El verdadero factor a evitar en piel grasa es la
comedogenicidad, no la oclusividad.
En definitiva, si un aceite oclusivo no te resulta incómodo
y es no comedogénico, puedes usarlo sin problemas en piel grasa. Aunque si
realmente no te gusta la sensación grasa de un aceite puedes buscar los menos
oclusivos. A estas alturas ya sabes que la oclusividad, solo es cuestión de sensaciones.
5-Equilibrio
entre ácidos grasos.
Para ser más rigurosos y saber las propiedades de un aceite
vegetal, debemos analizar su composición en ácidos grasos, ya que son los que otorgan
las características finales al aceite vegetal. Así, y en función del tipo de
ácidos grasos que tenga un aceite vegetal, podemos predecir sus propiedades (comedogenidad,
oclusividad…etc).
Para una piel grasa: más linoleico, menos oleico.
Las
pieles grasas suelen tener déficit de ácido linoleico, un tipo de
ácido graso esencial que ayuda a equilibrar la producción de sebo. Los aceites
ricos en ácido
linoleico (omega-6) pueden mejorar la textura de la piel y
reducir el riesgo de brotes de acné.
Dos
tablas que nos informan de los ácidos grasos:
OCLUSIVIDAD DE LOS ÁCIDOS GRASOS |
|
Ácido
palmítico, esteárico, oleico |
Absorción
lenta |
Ácido
linoleico, alfa y gama linolénico |
Absorción rápida |
Por
tanto, cuando queramos saber la capacidad de oclusión de un aceite vegetal nos
fijaremos que en la tabla anterior.
En
la siguiente tabla, te indico los aceites vegetales más ricos en ácido
linoleico:
4-Propiedades
adicionales: Antibacterianas y antiinflamatorias.
Algunos
aceites tienen propiedades naturales que pueden ser beneficiosas para pieles
grasas con tendencia acneica.Tienen propiedades antimicrobianas que pueden
ayudar a reducir la proliferación de Cutibacterium
acnes, la bacteria
asociada al acné.
Los ácidos grasos presentes en los aceites vegetales
desempeñan un papel crucial en sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.
Entre los más destacados se encuentran:
- Ácido
oleico (omega-9): Conocido por sus efectos antiinflamatorios, este ácido
graso ayuda a reducir la inflamación y promueve la reparación de tejidos.
- Ácido
linoleico (omega-6): Este ácido graso esencial posee propiedades
antiinflamatorias y contribuye a mantener la integridad de la barrera
cutánea.
- Ácido
alfa-linolénico (omega-3): Reconocido por sus efectos antiinflamatorios,
este ácido graso puede ayudar a reducir la inflamación en la piel.
- Ácido
láurico: Presente en altas concentraciones en el aceite de coco, este
ácido graso saturado tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas.
A
continuación, se presenta una tabla con algunos aceites vegetales destacados
por sus propiedades antiinflamatorias y/o antibacterianas, junto con los ácidos
grasos responsables de dichas características:
¿Qué problemas puede causar un aceite
inadecuado en pieles grasas?
El
uso de aceites vegetales incorrectos en pieles grasas puede generar diversos
problemas, entre ellos:
- Aumento
de la producción sebácea: Algunos aceites pueden crear una película
oclusiva sobre la piel, haciendo que el sebo natural quede atrapado y se
intensifique la oleosidad.
- Obstrucción
de poros y aparición de comedones: Aceites con alta comedogenicidad
pueden formar una capa densa sobre la piel, dificultando la eliminación de
células muertas y favoreciendo la formación de puntos negros.
- Brotes
de acné inflamatorio: Al bloquear los poros, algunos aceites
pueden facilitar la proliferación de bacterias como Cutibacterium acnes,
responsables del acné inflamatorio.
- Sensación
de pesadez y brillo excesivo: Muchos aceites son demasiado grasos para
pieles con tendencia oleosa, lo que puede generar incomodidad y un aspecto
untuoso.
Beneficios de los aceites vegetales no comedogénicos en piel grasa
Cuando
se eligen aceites adecuados con baja comedogenicidad, los beneficios para la
piel grasa pueden ser significativos:
·
Regulación del sebo: Algunos aceites, como
el de jojoba, tienen una composición similar al sebo humano, lo que engaña a la
piel y reduce la producción excesiva de grasa.
·
Hidratación sin obstrucción: A diferencia de las
cremas pesadas, aceites ligeros pueden hidratar la piel sin bloquear los poros.
·
Acción antiinflamatoria y calmante: Muchos aceites
contienen compuestos como ácidos grasos esenciales y antioxidantes que reducen
la inflamación y la sensibilidad cutánea.
·
Propiedades antibacterianas: Algunos aceites
tienen efectos antimicrobianos naturales, ayudando a controlar la proliferación
de bacterias asociadas al acné.
·
Equilibrio del microbioma cutáneo: Ayudan a fortalecer la barrera protectora de
la piel, evitando la deshidratación y protegiéndola de agresiones externas.
Por último, te dejo una tabla de los aceites vegetales recomendados para una piel grasa, en función de; su grado de comedogenidad, su oclusividad, la sensación grasa y su composición.
ACEITES VEGETALES RECOMENDADOS PIELES GRASAS |
|
Aceite, Comedogenicidad, Peso, Oclusividad, Composición |
Características Generales |
Almendras (Comedogenidad 2, Pesado, Oclusividad: Media-Alta, 10% Saturados, 65%
Oleico, 26% Linoleico) |
Protector en pieles secas e irritadas, emoliente,
antiinflamatorio, adecuado para dermatitis y eccemas. |
Salvado de Arroz (Comedogenidad 2, Pesado, Oclusividad Media, 42% Oleico, 36% Linoleico,
16% Palmítico) |
Antioxidante, antiarrugas, calmante, ayuda a
despigmentar, ideal para pieles sensibles. |
Albaricoque (Comedogenidad 2, Pesado, Oclusividad Baja, 60% Oleico, 30% Linoleico) |
Tonificante, nutritivo, hidratante, suavizante,
ideal para piel envejecida y sensible. |
Avellana (Comedogenidad 1, Ligero, Oclusividad Baja, 75% Oleico, 12% Linoleico) |
Emoliente, nutritivo, astringente, mejora la
circulación, ideal para pieles grasas y acné. |
Babassú (Comedogenidad 1, Ligero, Oclusividad Baja, 40-50% Láurico, 10% Oleico,
4% Linolénico) |
Hidratante, antimicrobiano, antioxidante,
regenerador, buena absorción sin obstrucción de poros. |
Semilla de Brócoli (Comedogenidad 1, Muy Ligero, Oclusividad Baja, 42% Erúcico, 18% Oleico,
15% Linoleico) |
Hidratante, calmante, rico en antioxidantes, ideal
para rosácea, eccema y dermatitis. |
Cáñamo (Comedogenidad 0, Pesado, Oclusividad Baja, 55% Linoleico, 20%
Alfa-Linolénico, 12% Oleico) |
Antiinflamatorio, regenerativo, antioxidante, ideal
para psoriasis y eccemas. |
Cártamo (Comedogenidad 0, Ligero, Oclusividad Baja, 75% Linoleico, 15% Oleico) |
Hidratante, antiinflamatorio, protege contra daño
oxidativo, ideal para pieles sensibles. |
Girasol (Comedogenidad 0, Ligero, Oclusividad Baja, 70% Linoleico, 30% Oleico) |
Antiinflamatorio, regenerativo, emoliente, útil para
pieles enfermas y quemaduras. |
Jojoba (Comedogenidad 2, Ligero, Oclusividad Baja, 70% Gadoleico, 30% Erúcico,
10% Oleico) |
Regulador sebáceo, mejora el aspecto de piel grasa y
mixta, revitalizante, similar al sebo natural. |
Onagra (Comedogenidad 2, Ligero, Oclusividad Baja, 74% Linoleico, 10% Gama
Linolénico, 7% Oleico) |
Muy antiinflamatorio, regenerativo, hidratante,
antioxidante, ideal para piel sensible y acné. |
Rosa Mosqueta (Comedogenidad 1, Pesado,Oclusividad Baja, 45% Linoleico, 33%
Alfa-Linolénico, 15% Oleico) |
Regenerador, cicatrizante, antioxidante, ideal para
envejecimiento y tratamiento de estrías. |
Sésamo (Comedogenidad 3, Ligero, Oclusividad Baja, 43% Linoleico, 40% Oleico) |
Antiinflamatorio, regenerativo, emoliente, ideal
para psoriasis, eccema y piel seca. |
Uva (Comedogenidad 1, Ligero, Oclusividad Baja, 70% Linoleico, 17% Oleico,
10% Gama Linolénico) |
Regenerativo, antioxidante, nutritivo, fortalece la
piel, disminuye arrugas. |
Conclusión final:
El
uso de aceites vegetales en piel grasa ha sido históricamente pura controversia,
pero la evidencia científica demuestra que seleccionar aceites adecuados con baja comedogenicidad
puede aportar beneficios importantes sin causar obstrucción de poros ni
empeorar la oleosidad cutánea.
Al
optar por aceites ricos en ácido linoleico, de textura ligera y con propiedades
reguladoras del sebo, las pieles grasas pueden beneficiarse de hidratación
equilibrada, reducción de inflamación y fortalecimiento de la barrera cutánea
sin los riesgos asociados a los aceites incorrectos.
Por
lo tanto, el mito de que
las pieles grasas deben evitar aceites vegetales es falso,
siempre y cuando se realice una selección informada basada en sus propiedades y
nivel de comedogenicidad.
Pero si, a pesar de la evidencia de sus beneficios, decides no usarlos, por supuesto, es tu elección. Solo estarás dejando pasar un aliado poderoso para el equilibrio y la salud de tu piel.