En la formulación cosmética, uno de los aspectos más importantes y, a menudo, subestimados es la textura y las sensaciones que aporta una crema. ¿Alguna vez has creado una crema que resulta demasiado densa, pegajosa o que no se extiende bien? Comprender cómo los ingredientes afectan la cremosidad, la sedosidad, el tacto seco y la untuosidad es clave para formular productos con la textura deseada.
En
un artículo anterior:
https://www.blogger.com/u/1/blog/post/edit/preview/3091367494795315981/2709742175272423082”
Nota:
En el artículo anterior, encontrarás una explicación muy detallada, de todos
los parámetros que en este artículo hago mención, así como poderla corregir y adaptarla
a tus gustos o necesidades en función de los ingredientes utilizados.
En
este artículo vamos a enforcarnos en como valorar los resultados obtenidos y así
poder analizarlos para mejorar futuras formulaciones.
¿Por
qué es importante analizar los resultados en la formulación cosmética?
Cada
ingrediente que utilizamos en una crema tiene un impacto directo en su textura
y sensaciones finales. Sin embargo, el verdadero reto no es solo conocer los
ingredientes, sino saber interpretar los resultados obtenidos en cada
formulación y aplicar ese conocimiento para mejorar las futuras creaciones.
El
análisis sensorial de una crema nos permite responder preguntas como:
- ·
¿Por qué
una crema ha resultado más densa de lo esperado?
- ·
¿Qué ingrediente
ha aportado una sensación pegajosa?
- ·
¿Cómo puedo
modificar la extensibilidad sin perder cremosidad?
- ·
¿Qué ajustes
hacer para equilibrar la absorción sin
sacrificar la hidratación?
La
clave es registrar y evaluar los parámetros de cada crema formulada, para
identificar patrones y optimizar las combinaciones de ingredientes. De esta
forma obtendremos conclusiones, que nos servirán para mejorar nuestras próximas
formulaciones.
Por todo lo comentado anteriormente, te voy a facilitar una tabla para que una vez hayas realizado tu emulsión (crema cosmética), puedas anotar tus resultados. Si realizas esto después de cada formulación, te aseguro que vas a llegar a comprender y realizar las texturas y sensaciones que quieres que aporte tu crema.
Para
facilitar el análisis de los resultados, se han asignado valores del 1 al 5 a
cada parámetro, donde 1 representa la mayor intensidad y 5 la menor.
La interpretación de estos datos nos permite realizar ajustes rápidos en nuestras formulaciones. Por ejemplo:
- · Si una crema es demasiado
grasa, podemos reducir ingredientes con un bajo valor en "tacto seco"
y aumentar aquellos con valores más altos.
- ·
Si una crema no
es lo suficientemente sedosa, podemos incrementar ingredientes con un valor
bajo en "sedosidad".
- ·
Si una emulsión
es demasiado densa, podemos sustituir parte de los ingredientes con una alta
"cremosidad" por otros con menor valor.
Estos
valores no son absolutos, pero sirven como guía para entender cómo ajustar y
mejorar futuras formulaciones.
Conclusión:
Utiliza el análisis para optimizar tus cremas
La
formulación cosmética no es solo seguir una receta, sino entender cómo cada
ingrediente interactúa con el resto para lograr el resultado deseado.
Registrar
y analizar los parámetros de cada crema formulada permite hacer ajustes
inteligentes en futuras versiones.
Te
animo a poner en práctica esta metodología y mejorar la calidad y sensación de
tus productos. ¡La clave está en el análisis y la experimentación!